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Caracas, Estado Miranda, Venezuela
"Mi Cristo Interno saluda a sus Cristos Internos y se los bendice" Soy Metafísica.- Me gusta ayudar a los demás y compartir mis aprendizajes y experiencias con quien las necesite, sin pedir nada a cambio.- Voy en busca de mi Crecimiento Espiritual, para ser un mejor ser humano y cumplir a cabalidad con el Plan Divino que me ha sido asignado en este plano.- Considero que nadie es dueño absoluto de la Verdad, por eso, defiendo y respeto la Universalidad de los conceptos y criterios, pues pienso que es la mejor forma de integrarnos en el todo.- Recordemos que "Todos somos Uno con el Padre" .- Por eso mi lema es: "Vive y deja vivir".- Pienso con toda humildad que todos somos Maestros, porque de hecho llevamos Uno dentro de nosotros; simplemente lo que ocurre es que estamos en diferentes y numerosos grados de evolución y por eso necesitamos unos de los otros para seguir nuestro crecimiento y desarrollo espiritual. Por otra parte creo firmemente que tenemos el deber de transmitir nuestro conocimiento, experiencias y aprendizajes, para no practicar el refrán que dice: "Las cosas por saberse se callan y por callarse se olvidan".-

sábado, 12 de junio de 2010

LA DIGNIDAD HUMANA


Yo soy KWAN YIN y he venido nuevamente a dedicar unas palabras a todos ustedes. He venido a hablar de la dignidad humana.

¿Por qué de la dignidad humana?
Porque ser digno como ser humano significa tener derecho a vivir, a expresar su opinión, a pensar por sí mismo, a tener opciones y decidir la más conveniente. Ser digno es tener derecho a ser feliz en la tierra.

Voy a hablar de dignidad, de esa dignidad que nace cuando el ser humano sabe que sus pasos los está dirigiendo por la ruta que su mente le indica. Esa dignidad que es posible observar en la mirada de los niños cuando reclaman inocentemente a sus padres: ¿por qué me castigas?

Esa dignidad que surge del alma de una niña cuando mira a su padre y le dice: padre ¿por qué me quieres tanto? Aquella que sale de los labios de un jovencito que le pide también a su padre explicación diciéndole: ¿por qué me exiges que no diga malas palabras cuando tú las repites a cada momento?

Esa dignidad que los niños de hoy manifiestan cuando a una voz gritan: ¿por qué se enfadan con nosotros si tan sólo hacemos lo mismo que ustedes nos han enseñado?

Esa dignidad que se va perdiendo cuando el ser humano empieza a entender que una vida es la que él cree correcta; pero otra muy diferente la que esta viviendo.

Esa dignidad que se va acabando cuando su mente le dice: “No tomes” y prefiere escuchar la voz de sus amigos induciéndolo al vicio.

Por eso quiero hablar de dignidad, para hacerles ver que la mejor forma de mantenerla es escuchando dentro de sí mismos la voz del alma diciendo:
Camina por aquí... sigue adelante... tu vida es tuya y solo tú debes decidir en ella.

Camina adelante y no te detengas, porque aun cuando las piedras; estorbaran tu camino siempre habrá una manera de rodearlas.
Pon tu vista en los cielos mientras tus pies caminan entre la tierra.
Cuida de no ensuciarte por dentro porque tus vestiduras blancas sólo se lavan en sufrimientos.

Recuerda el tierno mirar de los niños, porque tú, para ellos, eres... el camino.
Sabia dignidad que guías a los hombres por el sendero interior, allanando los prados; abrillantando el verdor despidiendo el aroma de un tibio amor.

Levanten sus ojos hombres andantes porque sólo la luz los verá triunfantes.
En los valles y en las cimas, en obscuros laberintos sólo el alma sabe donde está el infinito.

No importa si se ven envueltos en pecados... no importa si los vicios los han apedreado... no importan sus vestiduras sucias. A ustedes, Dios, los ha aceptado.
Cada hora y segundo, cada minuto de dolor ha dejado en sus almas el refugio del amor.

Junten sus manos en el corazón, llenen su boca de esta oración y la dignidad, hermanos míos, será siempre su canción.

Con todo mi AMOR para ustedes.

GRACIAS A LA MADRE TIERRA.


Amados hermanos:
Que el Amor del Padre se desborde entre ustedes.

Mis palabras ahora van dedicadas a la madre naturaleza. Será éste un canto a la vida, un canto de agradecimiento a esa madre que tanto nos ha dado.

Gracias madre porque nos has dado la luz del día que nos impulsa al trabajo, y llena de frutos nuestras manos.

Gracias por esas tibias noches con que proteges nuestros sueños y embelleces nuestros amores.

Gracias Tierra, por las flores que nos concedes para iluminar nuestros campos, alegrar nuestras vidas y sentir el amor que el Padre nos tiene.

Gracias por tus montañas que ante su vista majestuosa, percibimos la grandiosidad de este rincón en que moramos.

Gracias por el azul de tus mares que inspira en nosotros la admiración por Dios, y nos permite asomarnos a un maravilloso mundo que sin comprender, admiramos.

Gracias Tierra por tus arroyos y ríos, porque llevas en tus aguas los lamentos de dolores lejanos y las alegrías de las vidas en flor.

Gracias por tus lluvias, porque nos limpian el aire y la mente, y nos permiten ver renacer las plantas como el símbolo innegable de una vida eterna.

Gracias por tus aromas que nos motivan a vivir en un dinamismo constante, que hace nacer en nuestras mentes la necesidad de vivir en armonía, y nos recuerdan la veneración que debemos tenerte por ser el hogar de nuestros padres y nuestros hijos.

Gracias amada madre Tierra, porque nos has cobijado por muchas generaciones, y has recibido en tu seno tantos dolores y tantos amores, que tú nos comprendes más que nosotros mismos.

Gracias por recordarnos que nuestro origen y destino están en tu suelo.

Gracias por tus enseñanzas que nos hacen comprender lo temporal de nuestras vidas carnales, y lo eterno de nuestro espíritu.

Gracias por entendernos, gracias por cobijarnos, gracias por renovarte año con año en tus primaveras, porque así nos vemos a nosotros mismos, renacer en nuestros hijos y después en nuestros nietos.

Gracias por enseñarnos que la vida es continuidad de existencia en nuevas formas.

Gracias por explicarnos que la inmortalidad reside en poder perpetuarse en su descendencia.

Gracias por la luna que nos alumbra y que Tú maravillosamente la conduces por nuestros cielos.

Gracias por ese Sol a quien Tú has desposado, porque entre ambos nos enseñan la dualidad que existe en todo lo creado.

Gracias por alimentarnos.

Gracias por la música de tus vientos y el rumor de las aguas de los ríos.

Gracias por el trinar de los pájaros y el aleteo de las mariposas.

Gracias por la sonrisa de los niños y la caricia de los ancianos.

Gracias por tus mañanas que anuncian nuevas alegrías, y gracias por tus atardeceres que preludian el descanso.

Gracias a Ti porque eres para nosotros la madre que nada pide y que todo da.
Con todo mi Amor como un homenaje para Ti en este día.

Gracias Tierra.

¡Gracias!