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Caracas, Estado Miranda, Venezuela
"Mi Cristo Interno saluda a sus Cristos Internos y se los bendice" Soy Metafísica.- Me gusta ayudar a los demás y compartir mis aprendizajes y experiencias con quien las necesite, sin pedir nada a cambio.- Voy en busca de mi Crecimiento Espiritual, para ser un mejor ser humano y cumplir a cabalidad con el Plan Divino que me ha sido asignado en este plano.- Considero que nadie es dueño absoluto de la Verdad, por eso, defiendo y respeto la Universalidad de los conceptos y criterios, pues pienso que es la mejor forma de integrarnos en el todo.- Recordemos que "Todos somos Uno con el Padre" .- Por eso mi lema es: "Vive y deja vivir".- Pienso con toda humildad que todos somos Maestros, porque de hecho llevamos Uno dentro de nosotros; simplemente lo que ocurre es que estamos en diferentes y numerosos grados de evolución y por eso necesitamos unos de los otros para seguir nuestro crecimiento y desarrollo espiritual. Por otra parte creo firmemente que tenemos el deber de transmitir nuestro conocimiento, experiencias y aprendizajes, para no practicar el refrán que dice: "Las cosas por saberse se callan y por callarse se olvidan".-

viernes, 9 de julio de 2010

8vo Pilar: Actividad Individual y Grupal


CHARLAS A LOS DISCÍPULOS
Por el Maestro Tibetano Djwhal Khul
Hermanos míos:

Es importante que se den cuenta que hoy está aconteciendo algo nuevo. Que está surgiendo un nuevo reino de la naturaleza, el quinto, es decir, el reino de Dios en la tierra o el reino de las almas. Éste se está precipitando en la tierra y se está formando con quienes van siendo conscientes del grupo y pueden trabajar en formación grupal, lo cual será posible porque alcanzarán la perfección autoiniciada (aunque relativa) y se identificarán con ciertas expansiones grupales de conciencia, y también porque amarán a sus semejantes, así como en el pasado se amaron a sí mismos. Reflexionen detenidamente hermanos míos y capten, si pueden, la plena significación de esta última frase.

Su tarea consistirá mayormente en resumir y hacer efectivo el trabajo de esos dos grandes Hijos de Dios, el Buda y el Cristo. Como bien saben, el Buda trajo iluminación al mundo y encarnó el principio de la sabiduría; el Cristo trajo el amor al mundo, y encarnó en Sí Mismo un gran principio cósmico, el del amor. ¿Qué podemos hacer para que Su trabajo sea efectivo? El proceso incluirá tres aspectos:

1. El esfuerzo individual, por parte del discípulo, utilizando la técnica del desapego, del desapasionamiento y del discernimiento, que el Buda enseñó.

2. La iniciación grupal, posible por el esfuerzo autoiniciado del discípulo individual, que cumpliendo los mandatos del Cristo traerá la completa subordinación de la personalidad y del ente, al interés y bien grupales.

3. El esfuerzo grupal, llevado a cabo como grupo, a fin de amar a todos los seres y captar y comprender la verdadera significación de la técnica acuariana de amor y trabajo grupales.

He creído que serviría un propósito útil si vincularan sus mentes con el trabajo del Buda y del Cristo, pues les daría una vislumbre y un indicio de Sus dos sistemas de desenvolvimiento -uno preparatorio para el discipulado aceptado y el otro para la iniciación- que serían correlativos e interrelacionados. La síntesis de Su tarea es evidente para quienes trabajamos con más amplia visión y una perspectiva más clara, imposible aún para ustedes.

En consecuencia, separo a mis discípulos en grupos, a fin de que puedan trabajar en diferentes aspectos del Plan; a la vez preparo el terreno para el trabajo grupal, que ayudará grandemente al individuo, pero sobre todo hará progresar el trabajo en la nueva era.

Mi intención es, por lo tanto, escribir algo en forma mas detallada respecto a estos grupos, y aunque mi tiempo es muy limitado, me veré obligado a impartir a mis discípulos (probablemente en intervalos muy separados) mucha información en estas charlas e instrucciones individuales. No escribo fundamentalmente para ustedes, sino para sentar las bases del trabajo grupal que deberá realizarse en el mundo en los años venideros. Lo que expondré debe ser leído detenidamente, porque la palabra escrita quizá contiene varios significados que pueden ser presentidos de acuerdo a la intuición -despierta o no- del aspirante.

Yo, vuestro Hermano Tibetano, parto de la suposición de que cada uno de mis discípulos pondrá de su parte, por lo menos, algo esencial y básico, es decir, un ansia perseverante que nada detendrá. Cada uno inicia su trabajo con ciertas características fundamentales: cada uno comienza esta definida empresa de entrenamiento para la iniciación con ciertos defectos, que actúan como impedimentos y obstáculos; cada uno ha sido reconocido por su luz y sus potencialidades, con las cuales forzosamente debe hacer todo lo que puede. Por lo tanto, observarán el difícil problema que enfrentan Quienes guían la evolución del mundo y buscan a aquellos que pueden ayudarles en Su trabajo.

Les impartiré enseñanza. Si se benefician o no con ella es asunto de ustedes, algo que los discípulos de la nueva era deben aprender. No existe tal cosa como la obediencia oculta que enseñan generalmente las actuales escuelas de ocultismo. Antiguamente, en Oriente, el Maestro exigía de Sus discípulos esa obediencia implícita que, en la práctica, hacía al Maestro responsable y cargaba sobre Sus hombros el destino o karma del discípulo. Tal condición no existe. El factor intelectual del individuo está hoy demasiado desarrollado para justificarlo, razón por la cual no rige. En la futura nueva era, el Maestro será responsable de ofrecer la oportunidad y la correcta enunciación de la verdad, pero nada más. En estos días de mayor iluminación, el Instructor no asume la misma posición que en el pasado, y yo tampoco. Hablaré con franqueza. Conozco a mis discípulos, pues ninguno es recibido ni aceptado en mi Ashrama si el Instructor no ha hecho un profundo análisis de ellos. Transmitiré por medio de insinuaciones y símbolos lo que debe captarse, que será observado y comprendido por algunos de mis discípulos que han despertado el oído Interno y poseen un corazón realmente humilde. Si no reconocen esto, el tiempo seguirá su marcha y finalmente les llegará la revelación. Por lo tanto, no exijo ciega obediencia. Sin embargo, si se aceptan mis consejos y sugerencias y deciden, por propio y libre albedrío, seguir mis instrucciones, tendrán que hacerlo con exactitud. Tampoco deben esperar constantemente resultados y fenómenos, que han entorpecido siempre el curso y el progreso de tantos seudo-discípulos.

Esto constituye también para mí un experimento, pues los que somos miembros, de cierto grado de la Jerarquía, estamos lógicamente cambiando los antiguos procedimientos y adaptando los viejos métodos a las nuevas circunstancias y al progreso de la evolución. Muchos probados discípulos y aspirantes (quizá debiera decir “cansados”, hermanos míos, pues supongo que ambas palabras son veraces) serán sometidos a experimentos, lo que implicará la aplicación de las antiguas reglas, con procedimientos modernos. En la antigüedad los discípulos eran producto de épocas más pacíficas. La sustancia metal o “chitta” (como la denominó Patanjali en su famoso Libro de las Reglas), no estaba muy desarrollada, tampoco matizada por ideas, ni potencialmente iluminada. Hoy, el conocimiento está muy difundido y muchas personas ya piensan por sí mismas. El material para el discipulado, que deben emplear los Maestros y el tipo de personas que deben ser desarrolladas y conducidas hacia la Iluminación, es de grado y calidad superior, si se me permite emplear un término tan inadecuado. Por otra parte, el experimento de cambiar métodos y de complementar la nueva técnica del trabajo grupal, debe llevarse a cabo análogamente en medio de la presión y la tensión de la civilización occidental. Esto impone un indebido esfuerzo a quienes fueron elegidos para participar en esta tarea, pero si es posible continuar y tener éxito, se templará el material para que adquiera un grado más refinado de poder. Como se dijo, la selva occidental es distinta de la selva oriental; demanda paz en medio del tumulto; fuerza en la fatiga; persistencia a pesar de la mala salud, y comprensión a pesar del clamor de la vida occidental. Por lo tanto, el progreso continúa en medio de las condiciones existentes y no por ellas. Los discípulos a los cuales voy a instruir no podrán apartarse del mundo. No existe estado de paz física y de tranquilidad donde pueda invocarse al alma y realizar un trabajo de poderosos resultados, como en la quietud del silencio y en el descanso de lo que el hindú denomina “samadhi” -el total desapego de las demandas del cuerpo y las emociones. El trabajo debe ir adelante en medio del espejismo. Se debe hallar el lugar de paz en medio del desorden; adquirir sabiduría en medio del tumulto intelectual y colaborar con la Jerarquía en el aspecto interno de la vida, circundados por el ensordecedor ruido de la vida moderna en las grandes ciudades. Tal es el problema de ustedes y el mío al tratar de ayudarles.

En lo que a mí respecta tengo también el problema del excesivo desgaste de fuerza, cuando a intervalos intento llegar a ustedes y estudiarles. Además, tengo la tarea de leer a larga distancia en sus mentes, ver su luz y vitalizar sus auras. Hasta ahora los Instructores orientales no tuvieron ese problema, excepto en muy raros casos. Los que ahora trabajan en el mundo moderno regidos por los Maestros de Sabiduría, durante una encarnación o en anteriores, han pasado por un proceso preliminar de sintonización y entrenamiento, para poder ser receptivos. Por lo tanto, recuerden que tengo también un problema que estoy dispuesto a resolver en bien del mundo necesitado, como contribución mía a la aceleración del advenimiento de la nueva y más fructífera era. En consecuencia, debemos ayudarnos mutuamente en nuestros esfuerzos.

No prometo resultados rápidos y tampoco me comprometo a proporcionar desarrollos espectaculares. Los resultados dependen totalmente de ustedes, y éstos dependen de su paciencia, de la exactitud de los detalles, de la disciplina que estén dispuestos a imponer a sus vidas y del olvido de sí mismos. Quisiera pedirles que no se preocupen por los resultados y que trabajen sin apego, puesto que no saben con exactitud las metas que he fijado para ustedes; también quisiera que abandonen el constante autoanálisis, característica sobresaliente del místico occidental introspectivo, aunque ambicioso... Por lo tanto, ¿qué posición adopto? La posición de quien, perteneciendo a un gran grupo de discípulos -desde el aspirante más humilde hasta el más elevado Miembro de la Jerarquía, vincula a la humanidad con el reino espiritual- puede enseñarles las antiguas reglas y hacerles sugerencias para que recorran más rápidamente el sendero y sean de mayor utilidad a sus semejantes. En esto no hay la más leve insinuación de una afirmación autoritaria de parte de un miembro de la Jerarquía que debe ser obedecido y cuya palabra es infalible. Recuerden esto, de lo contrario no es posible trabajar, pues entrarían elementos de peligro, y el actual esfuerzo quedaría en la nada. Mi anonimato se ha mantenido siempre y así continuará, aunque los miembros de este grupo de discípulos saben quien soy. Me conocen por lo que soy. Me conocen como Instructor, como discípulo tibetano e iniciado de cierto grado -el grado no tiene importancia para ustedes. Lo que tiene importancia es la enseñanza que daré. Soy un iniciado en los misterios del ser. Esta afirmación imparte por sí misma información a quienes tienen conocimiento. Saben también que tengo cuerpo humano y resido en el norte de la India. Que esto sea suficiente y no permitan que la curiosidad les haga perder de vista la enseñanza.

Estamos juntos en una empresa espiritual. Todos voluntariamente y sin ser presionados han declarado estar dispuestos a ir adelante hacia una vida espiritual más intensa. Esto deben hacerlo por propia libertad de sus almas y por el poder de sus propios intelectos. Seguirán las instrucciones que les parezcan razonables y correctas, pero cuando decidan seguirlas, deben procurar cumplir con exactitud mis requisitos. Analizarán y considerarán los requisitos que de vez en cuando les impartiré, y no acepten ni crean en su inspiración verbal porque vienen de mí. El lenguaje siempre entorpece y limita. La salud y las circunstancias les servirá de guía en su trabajo, pero recuerden siempre que para llegar a ser Maestro se debe alcanzar la maestría, no la obediencia a determinada persona. Deberán tener en cuenta que yo, su Instructor, no soy siempre consciente de su situación física o de las acciones diarias. No me ocupo de los asuntos de la personalidad; los aspirantes desorientados que afirman que los Maestros les dicen lo que deben hacer y les guían en sus asuntos personales, están aún muy lejos del grado del discipulado aceptado. Recuerden que la luz brillará en la mente autocontrolada, libre del predominio mental de otra mente. Con estas prevenciones claramente comprendidas, pasaremos a enunciar ciertos principios y a considerar lo que es posible realizar:

Primero, debe recordarse siempre que el nuevo discipulado es primordialmente un experimento en trabajo grupal y que el perfeccionamiento individual del discípulo no es su objetivo principal. Considero esta afirmación como básica y esencial. Los individuos están destinados a suplementarse y complementarse mutuamente, y el grupo deberá oportunamente constituir un conjunto de cualidades, capaz de expresarse útil y espiritualmente, a través del cual pueda afluir energía espiritual para ayudar a la humanidad. La tarea deberá realizarse en el plano mental. La esfera de servicio de cada discípulo individual es la misma de antes, pero a los diferentes campos del esfuerzo individual se agregará actividad y vida grupales, que serán más perceptibles a medida que transcurra el tiempo. Por lo tanto, el primer objetivo es fusionar y unificar el grupo, de modo que cada miembro pueda trabajar en íntima relación mental y en colaboración espiritual con los demás. Esto inevitablemente llevará tiempo, y el éxito de la Jerarquía en este nuevo esfuerzo dependerá de una actitud sensata y de una afluencia del espíritu de amor, por parte de cada miembro del grupo. Esto será relativamente fácil para algunos discípulos, pero muy difícil para otros. Muchos individuos de gran cultura desarrollaron excesivamente la mente analítica. Sin embargo, a medida que trascurra el tiempo y se haga un verdadero esfuerzo, el proceso de unificación progresará grandemente. En consecuencia, éste es nuestro primer esfuerzo, y también el esfuerzo del grupo de cada Maestro y la realización de la Jerarquía Misma, la unidad grupal.

Cada discípulo debe aprender a subordinar sus propias ideas, acerca del progreso personal, a las necesidades del grupo, porque -a fin de tener un grupo coordinado y activo como unidad de servicio- mientras algunos discípulos tendrán que acelerar su progreso en determinados líneas, otros tendrán que aminorarlo momentáneamente para ponerse a la par de la mayoría. Esto sucederá automáticamente si la identificación grupal es el factor dominante en los pensamientos de cada discípulo, y si se relega a segundo plano el deseo de progreso personal y satisfacción espiritual. Los grupos de cada Ashrama están destinados a trabajar juntos eventualmente, en la misma forma que los distintos sectores de una gran organización actúan eficazmente juntos como una unidad. Los grupos deben funcionar armónica e inteligentemente. Esto será posible cuando los individuos de un grupo y los grupos individuales pierdan de vista sus propias identidades al realizar el esfuerzo para que este experimento de la Jerarquía tenga éxito. Los sentimientos, las reacciones, los deseos y los triunfos de los individuos no cuentan enfáticamente para nada. Sólo es considerado de importancia lo que promueve el esfuerzo grupal y enriquece la conciencia del grupo. Lo único, por ejemplo, que atrae mi atención es aquello que proporciona mayor poder espiritual a mi grupo de discípulos, o lo que intensifica su luz o amortigua su fulgor. Debe recordarse que considero siempre subjetivamente a mis grupos de discípulos como un grupo. Veo su fulgor; observo el ritmo unido, el tono y color unificado; oigo el sonido que emiten colectivamente. Quiero reiterar que, en cierto sentido, sus individualidades no me interesan ni las considero de importancia, salvo en la medida que aceleran o disminuyen la vibración grupal. Para nosotros, los Instructores del aspecto interno, ustedes, como personalidades, no tienen importancia, pero como almas son de vital importancia. Cada discípulo en el grupo de cualquier Maestro puede tener muchas debilidades y limitaciones que actúan como obstáculos en el mismo grupo, pero como almas, están parcialmente despiertos y vivos y han logrado cierta medida de alineamiento. Lo mismo sucede con todos los de mi grupo. Como almas les estimo y trato de ayudarles y elevarles para que alcancen expansión e iluminación.

Quisiera hacer resaltar un punto, a medida que consideramos al individuo en el grupo y sus relaciones grupales. Vigilen cuidadosamente sus pensamientos respecto a los demás, eliminen inmediatamente toda sospecha y crítica y procuren mantenerse mutuamente firmes en la luz del amor. No tienen la menor idea de la potencia de tal esfuerzo, ni de su poder para desatar las ligaduras de cada uno y elevar al grupo a una extraordinaria altura. Por la luz pura del mutuo amor pueden acercarse más a mí y a los instructores en el aspecto subjetivo de la vida y llegar más rápidamente al Portal que conduce al Camino Iluminado. Tienen la oportunidad de demostrar entre sí el valor científico y el poder del amor, considerado como la fuerza de la naturaleza. Esfuércense por demostrarlo, así cada uno liberará lo que necesita para establecer cambios poderosos y vitales en los cánones y propósitos de la vida de los miembros del grupo. El amor no es un sentimiento ni una emoción, tampoco un deseo o móvil egoísta para actuar correctamente en la vida diaria. Amar es esgrimir la fuerza que guía los mundos y conduce a la integración, unidad e inclusividad, que impele a actuar a la Deidad misma. El amor es algo muy difícil de cultivar, debido al egoísmo inherente en la naturaleza humana, y difícil de aplicar en todas las condiciones de la vida, y su expresión exigirá al máximo lo que puedan dar y el abandono de toda actividad personal egoísta.

Los discípulos del grupo de un Maestro deben amarse mutuamente con inteligencia y constante fortaleza, así liberan esa luz y poder que hará oportunamente que el grupo tenga un valor efectivo en el mundo. Para no herirles cuando trabaje con ustedes en el futuro, no disfrazaré las verdades que tenga que decirles; tampoco entraré a considerar los sentimientos y las reacciones de la personalidad, porque cuento con la sinceridad del propósito de todos ustedes.

Quizá sea prudente recordar aquí que, por regla general, nadie cree lo que otros dicen -no importa cuán evidente sea la verdad ni por más que afirmen que la aceptan. Únicamente las verdades forjadas individualmente en el crisol de la experiencia penetran realmente en la conciencia viviente y fructifican. Pero en este esfuerzo grupal emprendido, todos los miembros son conscientes de lo que se le dice a cada uno, lo cual puede ser muy útil y producir reajustes más rápidos, imposibles de otra manera, siempre que en forma unida y amorosa ayuden al condiscípulo a cambiar las condiciones indeseables. Por mi parte, cuento con una sola cosa hermanos míos, y es la profunda sinceridad de ustedes. Señalar un defecto o un error no es algo negativo -como algunos creen. A medida que la clara luz del alma afluye, revela a la personalidad tal cual es. Si se practica verdadero desapasionamiento, los discípulos de este grupo verán las cosas tal cual son, y permanecerán impávidos ante la revelación de cualidades deseables o indeseables. Si se sienten deprimidos, irritados o heridos por tal revelación, indica falta básica de desapasionamiento y demuestra apego a la personalidad y a la opinión de los demás.

Segundo, es esencial que los discípulos de un ashrama sean contemplativos, pero en sentido ocultista, no místico. En el trabajo de meditación, que están realizando o realizarán en el futuro, el objetivo debería ser alcanzar lo más rápidamente posible el punto más elevado del proceso de la meditación, pasando con rapidez por las etapas de concentración, alineamiento y meditación, hasta llegar a la contemplación. Una vez alcanzado este elevado punto, procuren mantenerlo, y de esa manera aprenderán a actuar como almas en su propio mundo, contemplando el mundo de las energías, en el que todos los iniciados trabajan y donde algún día, en esta o en otra vida, cada uno de ustedes tendrá cabida. Este estado (si así puedo llamarlo) deben alcanzarlo con cuidado, observarlo con exactitud, cuando se logra de alguna manera mantener un registro preciso de las impresiones. Por lo tanto, deberán constituir un grupo de contemplativos activos. Los resultados serán más fáciles si reflexionan y luchan por alcanzar la primera condición de su existencia grupal, la unidad grupal.

Tercero, esta unidad grupal, que tendrá sus raíces en la meditación grupal unida o en la vida contemplativa (donde el alma sabe que es una con todas las almas), debe demostrarse en alguna actividad grupal que deberá manifestarse inmediatamente en el grupo, y más tarde -cuando la unificación sea más completa- en todo el mundo. Así se exteriorizarán en la Tierra los ashramas de los Maestros, y la Jerarquía actuará abiertamente en el plano físico, y no tras de la escena como hasta ahora. Entonces se restaurarán los Misterios.

Fuente: El Discipulado en la Nueva Era. Tomo I Por el Maestro Tibetano Djwhal Khul
(Alice A. Bailey)

DIRECTIVAS DE LOS MAESTROS ASCENDIDOS EN LO QUE CONCIERNE A LA ACTIVIDAD YO SOY (I AM) EN GRUPO
Godfre

Solamente Jesús, Saint Germain, Godfre y los otros Maestros Ascendidos constituyen la Autoridad dirigente de la Actividad YO SOY.

La finalidad de las reuniones es la de permitir a los estudiantes el dar su energía con el Amor y la Pureza necesarias que permiten a los Maestros Ascendidos emplear esta energía amplificada para la protección y liberación de la Tierra y de la humanidad.

Por esta razón, sólo los Mantram y Llamadas dadas por los Maestros Ascendidos son los que se recitan durante los servicios, también por ello debe observarse el orden del Ritual.
Los líderes del grupo no son Instructores o Maestros responsables, sino estudiantes que han aceptado dar obediencia a las directivas precedentes a fin de asegurar el buen orden de marcha durante los servicios.

Los asistentes deben colaborar con los líderes y sostener a estos por su amor, su gratitud, su constante buena voluntad, a fin de crear un ambiente armonioso y alegre. Todos deben prepararse cada día para el próximo servicio que es una reunión de familia feliz donde nuestros Maestros Bien-Amados vienen a encontrar a sus hijos a fin de cumplir cada vez un Servicio especial trascendente para cada estudiante, la Tierra y la humanidad.
La duración de las reuniones se fija en dos horas aproximadamente; es necesario este tiempo para eliminar las vibraciones del mundo exterior, calmar la energía de los vehículos inferiores y permitir a los Maestros irradiar sus cualidades, su sustancia de Maestros Ascendidos en la mente y los sentimientos de los discípulos.

Durante los servicios sólo se leen las Instrucciones que vienen de los Maestros Ascendidos porque estas palabras de los Maestros Ascendidos son copas en las que Ellos vierten su comprensión. Su Memoria Divina concerniente a lo que se enseña. Nada tiene esto de común con un estudio intelectual. En la medida de lo posible vestios como para una ceremonia, una fiesta, adoptando colores claros y bellos, ya que estáis en presencia de Seres puros y Divinos. Se recomienda llegar en silencio y salir de la reunión en la calma y el recogimiento, a fin de no disipar la nueva vibración creada por los Maestros durante el Servicio.

Pero no será necesario caer en la morosidad o adoptar una actitud de melosa devoción, porque los Maestros Ascendidos son Tan suma y perfectamente inteligentes que pueden ser naturales y plenos de humor; siendo perfectos son felices, alegres y Su Radiación dispensa siempre la felicidad y una Paz sobrehumana.
Preferible es no hacer preguntas o relatar experiencias personales durante los servicios, porque el tiempo es corto y debe consagrarse enteramente al Ritual. Más tarde se podrá organizar reuniones para los estudiantes serios y fieles donde deben formularse preguntas y darse respuestas y contarse experiencias interesantes con toda fraternidad.

Conformándose con flexibilidad y buena voluntad a la directiva que se dan los líderes y los estudiantes harán rápidos progresos y atraerán las bendiciones de la Poderosa Presencia YO SOY de los Maestros Ascendidos que aman a los estudiantes infinitamente más de lo que podemos comprender en la consciencia externa.

Fuente: Hacia mi mágica Presencia. Saint Germain. www.Promineo

LAS ACTIVIDADES DE LA LUZ DURANTE LOS SERVICIOS
Saint Germain:

En cada Servicio, una cierta cualidad (vibración) se imprime en vuestras conciencias, puesta de alguna manera a vuestra disposición para ser empleada en vuestras actividades. Después estas cualidades, que son Sustancia de los Maestros Ascendidos, son elevadas a vuestro Cuerpo Mental Superior. Significa esto que vuestro Cuerpo Mental Superior, que es la Actividad constructiva en vuestra esfera, posee la cualidad de los Maestros Ascendidos y puede servirse de ella para asistiros en vuestra acción exterior.
Semejantes actividades no han sido empleadas precedentemente desde la creación del planeta y es la prueba de la ayuda magnífica y extraordinaria que actualmente se da a los estudiantes.

Tomando posición para siempre en la Luz de vuestra Poderosa Presencia YO SOY aceptando que tendréis en adelante estas Cualidades de los Maestros Ascendidos formando parte integrante de vuestro ser de manera permanente, no hay en suma nada en el mundo externo que pueda oponerse a la Autoridad, al Poder y a la capacidad de vuestra Poderosa Presencia YO SOY de producir su Perfección en vuestras vidas.

Fuente: Hacia mi mágica Presencia.
Saint Germain.
www.Promineo

www.tibetano.miarroba.com

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